La Empresa de Agua Potable de Cuenca, Etapa, publicó un informe técnico que enciende las alarmas alrededor del proyecto minero Loma Larga, en el páramo de Quimsacocha, Azuay. El documento cuestiona el estudio de impacto ambiental entregado por la empresa concesionaria al Ministerio del Ambiente, para obtener la licencia para la fase de explotación.
María Verónica Polo, gerente de Etapa, explicó en una entrevista para Contacto Directo que esta es una zona de recarga hídrica del área protegida de El Cajas, donde nacen dos de los cuatro ríos de Cuenca, el Tarqui y el Yanuncai. La explotación de la mina causaría afectaciones a la salud de los consumidores de agua, así como a los cultivos y ganado que la beba, ya que acumularían metales pesados.